
Uno de los hospicios más grandes de México fue el HOSPICIO DE LOS POBRES ubicado casi enfrente de la Alameda Central e inaugurado en 1774.
A mediados de los años 50, en la mayoría de los hospicios, para combatir a los piojos, se optó por pelar a rape a todos los internos, de ahí el “Te dejaron como pelón de hospicio” cuando nos cortaban el pelo muy corto, o el “Comes como pelón de hospicio’’.